Las emociones están presentes en cada aspecto de nuestra vida cotidiana. Saber entenderlas para poder gestionarlas nos permitirá afrontar cualquier dificultad que se nos presente. Con los niños es aún más importante que aprendan a conocerse para saber y entender lo que sienten, ya que sólo de ese modo podrán gestionar cuanto les ocurra.
Por ello, es imprescindible la educación emocional en casa y en la escuela para que los niños aprendan a canalizar sus emociones y adquieran las habilidades necesarias para su desarrollo integral.
¿SE PUEDE ENSEÑAR A LOS NIÑOS A GESTIONAR SUS EMOCIONES?
La mayoría de las conductas son aprendidas, y en el caso de los más pequeños más todavía, ya que son como esponjas que absorben todo lo que ven de sus padres, de los profesores y en general de las personas que les rodean. Para lograr que aprendan a gestionar correctamente sus emociones es crucial que en casa y en el colegio cuenten con la suficiente información como para poder regular sus estados de ánimo y facilitar así que los niños los aprendan y desarrollen.
APRENDER A RECONOCER SUS EMOCIONES
El primer paso para desarrollar la inteligencia emocional en un niño es enseñarle a reconocer las emociones que siente habitualmente para posteriormente entenderlas y así gestionarlas correctamente. La Educación Emocional se puede desarrollar desde el momento del nacimiento a través del apego, pero es a partir de los dos años cuando empiezan a relacionarse con los adultos y con sus compañeros de forma más abierta, un muy buen momento para empezar a gestionar también las emociones interpersonales.
Jugar con ellos es imprescindible para que sepan reconocer las emociones primarias: alegría, tristeza, miedo, sorpresa y asco. Por ejemplo, preguntándoles cómo se sienten. Esta es una muy buena manera de comenzar a reconocer sus sentimientos.
ESTIMULAR SU EMPATÍA
La empatía es una de las 5 competencias de la educación emocional, entre las que también se incluyen el autoconocimiento, la autorregulación, la autoestima y las habilidades sociales. Podemos estimular su empatía mediante el razonamiento por medio de preguntas para que tengan en cuenta también los sentimientos de quienes les rodean, por ejemplo: ¿Cómo crees que se siente tu hermano después de lo que le has dicho?, ¿Piensas que la abuela está contenta hoy?, ¿Por qué crees que está triste tu hermana?
UNA COMUNICACIÓN FLUIDA
La comunicación con los pequeños es la base de toda educación, sin conversar con ellos para entender lo que sienten y por qué lo sienten sería imposible estimular su desarrollo emocional.
Para ayudarles a desarrollar su inteligencia emocional es imprescindible que haya confianza entre padres e hijos para que se sientan cómodos a la hora de expresar sus preocupaciones e inquietudes. Sacar tiempo de nuestro día a día para hablar con ellos, preguntarles, hacerles pensar, poner ejemplos, es fundamental para su educación. Se debe estimular que puedan expresar su opinión para conocer y entender mejor sus emociones. Y sobre todo, sin que se sientan juzgados en las conversaciones.
APRENDER A ESCUCHAR
Tan importante es que aprendan a dialogar y a dar su opinión como a escuchar la de los demás. Al hablar con ellos deben tener claro que hay que guardar silencio cuando habla otra persona y a escuchar atentamente lo que dice. Recomendamos hablarles despacio y siempre con preguntas al terminar como ¿me has entendido?, ¿estás de acuerdo?
Aprender a comunicarse e identificar sus emociones y las de los demás, es fundamental para que desarrollen su inteligencia emocional y puedan manejarlas para afrontar sus problemas y ser felices. Los padres representan el modelo a seguir para los pequeños y por ello son los encargados de educarles emocionalmente junto a la escuela.
JUEGOS DE INTELIGENCIA EMOCIONAL PARA NIÑOS
Todos los juegos del catálogo de Lúdilo son aptos para desarrollar la inteligencia emocional de una manera o de otra, ya que en todos ellos se estimula alguna de las competencias que definen la inteligencia emocional. Seleccionamos algunos ejemplos:
Juegos de Smart Games: Los juegos de la colección de Smart Games son perfectos para trabajar la inteligencia emocional en los niños. En aquellos en los que sólo hay un jugador se desarrolla especialmente la tolerancia a la frustración (autorregulación), y la motivación tras superar los retos propuestos (autoestima).
Juegos de más de 2 jugadores: En ellos se ponen de manifiesto las competencias de Empatía y Habilidades Sociales al respetar, entender y celebrar los triunfos de los otros jugadores cuando ganan. Al mismo tiempo también se desarrolla la tolerancia a la frustración en el caso de no ganar (autorregulación).
Cubimag: Este rompecabezas magnético recomendado para niños a partir de 3 años y con hasta 138 retos, es perfecto por su potencial para desarrollar la tolerancia a la frustración en los más pequeños al mismo tiempo que ponen en marcha la resolución de problemas y la motivación personal al superar los retos propuestos.
Cubeez: Cubeez es una de las últimas novedades de Lúdilo que consiste en girar las piezas de tus dados Cubeez con el objetivo de imitar la combinación que marque el desafío. En cada uno de ellos se combinan diferentes expresiones faciales que forman caras felices, sorprendidas o asustadas. Jugando a Cubeez se desarrolla el reconocimiento de emociones propias y en los demás (autoconocimiento y empatía), tolerancia a la frustración y motivación (especialmente cuando eres el primero en encontrar la combinación correcta). Si además al juego se le añade la posibilidad de que el jugador que gane el desafío tenga también que proponer un motivo que pueda generar la expresión del desafío, la finalidad emocional está más que conseguida con este juego.
Vuela, Búho Vuela: Este divertido juego recomendado a partir de los 4 años, ayuda a estimular la comunicación y las relaciones sociales ya que no se trata de competir por ganar, sino de jugar en equipo (entre 2 y 4 jugadores) para conseguir todos juntos un objetivo en común. Es fantástico para que los peques aprendan a cooperar entre sí y pongan en práctica su empatía. Además, está fabricado con materiales íntegramente ecológicos y es apto para los más pequeños porque no se necesita saber leer.
Stick Stack: Un juego de precisión y equilibrio en el que hay que hacer coincidir los colores de los sticks sobre una torre que en cualquier momento puede volcarse. Además de suponer un juego perfecto para practicar habilidades psicomotrices y percepción espacial, Sitck Stack es óptimo para la gestión de impulsos (autorregulación), tolerancia a la frustración y las competencias derivadas de ser un juego de más de 2 jugadores (empatía y habilidades sociales).
La educación emocional es la base para el correcto desarrollo y crecimiento de los niños, ya que les configura como personas en todos los aspectos: sus reacciones, sus relaciones sociales y en definitiva, en su forma de ver la vida.