Se inicia la temporada de la vuelta al cole y, con ella, surge la gran pregunta: ¿cómo irá este curso? En primer lugar, es preciso recordar que familias y docentes tienen un objetivo común: el éxito del alumnado.
El éxito, de forma errónea, suele confundirse con obtener altos resultados en pruebas académicas, de forma exclusiva. Afortunadamente, este concepto ha ido evolucionando, demostrando que el éxito va más allá de las calificaciones: se trata del amor por el aprendizaje, del bienestar, de la motivación, de acompañar la frustración, de descubrir las fortalezas y capacidades a desarrollar, de superar desafíos, de disfrutar del camino con curiosidad, de aprender a pensar, y, por supuesto, de conocerse y comunicar con asertividad.
Para ello, el proceso es lo importante: la presencia (calidad y calidez en los encuentros y momentos compartidos), respetar los tiempos y los ritmos, acompañar alentando durante el viaje y desarrollar dos ingredientes fundamentales que se retroalimentan de forma constante: la inteligencia emocional y las competencias académicas.
Mientras que los libros de texto en formato físico o digital siguen vertebrando cada curso escolar, existe un recurso que, a menudo, es pasado por alto y que tiene un impacto significativo en el aprendizaje y en el desarrollo de habilidades socioemocionales: los juegos de mesa.
Los juegos de mesa y su impacto educativo para la vuelta al cole
Los juegos de mesa no solamente son divertidos y emocionantes (componente clave en el aprendizaje), sino que ofrecen una serie de beneficios para los estudiantes de todas las edades. De hecho, existe una gran conexión vital entre el juego y aprendizaje.
A continuación, exploraremos la importancia de los juegos de mesa en este periodo de vuelta al cole y cómo pueden contribuir al crecimiento integral de los niños y niñas.
Fomento de habilidades cognitivas
Los juegos de mesa son una herramienta poderosa para estimular las habilidades cognitivas. Juegos como ‘Sopa de bellotas (+2)’, ‘Pantolino (+4)’, ‘Batalla de Genios (+6)’ o ‘Skyjo (+8)’ desarrollan la concentración y el pensamiento lógico.
Por otro lado, los juegos para estimular el lenguaje como las ‘Flash Cards (+18 meses)’, ‘Palabrea (+6)’ o ‘Carrera de letras (+7)’ promueven el vocabulario, la conciencia fonológica, la ortografía y la asociación de ideas
Al incorporar estos juegos en las actividades escolares, el alumnado puede desarrollar habilidades esenciales mientras se divierte. Además, todos ellos promueven el desarrollo de la atención y la inhibición de impulsos, dos funciones cognitivas indispensables en el proceso de aprendizaje.
Desarrollo de habilidades motrices
Existen diferentes juegos que promueven el agarre de la pinza y la mejora del tono muscular en los dedos.
‘La pinza’ es fundamental para el desarrollo de la motricidad fina; es lo que permite al niño/a realizar tareas que requieren de cierta habilidad para potenciar su autonomía como, por ejemplo: quitarse o ponerse prendas de vestir (abotonar o desabotonar), coger comida con los dedos y después utilizar la chuchara para alimentarse, emplear el útil de escritura correctamente…
De este modo, emplear juegos de mesa como la línea PLUS-PLUS (+2) permite que los niños y niñas puedan ir adquiriendo el tono necesario en los dedos para realizar acciones cada vez más complejas que influirán en sus competencias académicas y en su vida diaria.
Entrenamiento y fortalecimiento en las habilidades socioemocionales:
Jugar con otras personas a juegos de mesa requiere turnarse, seguir reglas y aprender a ganar o perder de manera equitativa, lo que contribuye en gran medida al crecimiento emocional y social de los niños/as.
Además, fomentan la interacción entre el alumnado, enseñándoles a comunicarse efectivamente, a trabajar en equipo, y a resolver conflictos de manera constructiva con el acompañamiento adecuado del adulto.
Son una gran oportunidad para entrenar la tolerancia a la frustración, tan presente desde edades tempranas.
Aprendizaje activo, experimental y práctico
En ocasiones, existen diferentes conceptos a enseñar en el aula que pueden parecer abstractos para los niños y niñas, lo que dificulta su comprensión sobre ellos.
Los juegos de mesa ofrecen una experiencia práctica y tangible para el aprendizaje. Juegos matemáticos como ‘Día de Mercado (+7)’ junto a la línea ‘PLUS PLUS’, pueden mejorar competencias matemáticas como la suma, resta, multiplicación y división, mientras que juegos de geografía, como: ‘Banderea (+5)’ y ‘¡Adivina en 10!: países del mundo’ (+8), permiten a los estudiantes explorar el mundo desde otra perspectiva.
Al vincular conceptos educativos con actividades lúdicas, los niños/as pueden internalizar el conocimiento de manera más efectiva.
En conclusión, es fundamental en pleno s.XXI, considerar enfoques educativos integrales que favorezcan, como los juegos de mesa, una forma emocionante y efectiva de mejorar las habilidades cognitivas, motrices, perceptivas, sociales y afectivas de los niños y niñas.
Al integrar estos juegos en el plan de estudios (ABJ: Aprendizaje basado en el juego) y en el tiempo libre, docentes y familias pueden crear un entorno propicio para el aprendizaje y el fomento del vínculo. ¡Te invitamos a comprobar su potencial para impulsar el éxito académico y personal en esta vuelta al cole!
Artículo elaborado por Isabel Bersabé, especialista en neuroeducación @isabelbersabe