A medida que crece, un niño quiere descubrir, explorar y aprender qué puede y qué no puede hacer. Nosotros, como padres y educadores, debemos guiarle, corregirle y ayudarle a ser consciente de las consecuencias de sus actos. Por lo tanto, ¿es realmente un niño desobediente?
POR QUÉ LOS NIÑOS SE COMPORTAN MAL Y NO OBEDECEN
Existen muchas razones por las que los niños son desobedientes y no hacen caso a lo que sus padres les piden. Te contamos algunas de las razones que les llevan a lo que comúnmente conocemos los adultos como “desobedecer”:
– Muchas veces quieren llamar tu atención y con frecuencia lo consiguen; unas veces por agotamiento de los adultos y otras por perseverancia suya. Lo mejor es no caer en sus manipulaciones ni responder a sus quejas, sino actuar directamente y al momento.
– No malinterpretes todos los ‘no’ como desobediencia porque en algunos casos forman parte de su crecimiento.
– Recibe más de dos órdenes a la vez. Los niños no son capaces de asimilar dos acciones simultáneas, por lo que es mejor enseñarle a hacer una cosa correctamente y después otra.
– Si no comprende lo que le pides, no te hará caso. Establecer unas normas claras y que sepan qué ocurre cuando desobedecen es primordial, siempre teniendo en cuenta que si impones un castigo debes mantenerlo hasta el final.
CONSEJOS PARA EDUCAR A UN NIÑO DESOBEDIENTE
Sabemos que los niños van experimentando diferentes etapas a lo largo de su vida y debemos tener claras algunas pautas para ayudarles a hacernos caso.
A partir de los 3 años, etapa de comprensión de las oraciones
1. Enfocar nuestras frases de manera afirmativa. En vez de decir: “no tires tus juguetes,”, es mejor decirle: “deja los juguetes en la caja”. Y cuando el niño haga lo que le pedimos, acabar con un reconocimiento positivo de su acción. Comprenderá que ha sido positivo, querrá volver a lograr ese momento y repetirá la acción.
2. ¿Qué normas debe cumplir a partir de esta edad?
– Recoger sus juguetes
– Vestirse, comer y lavarse los dientes solo
– Responder a la primera cuando le piden que haga alguna cosa
– Escuchar mientras le hablan
3. Mantener una actitud firme a la vez que afectuosa. Hay que hacer entender al niño que los adultos son los que deciden y deben respetar sus decisiones. Pero deben recibir firmeza siempre con cariño y afecto.
A partir de los 5 años, etapa de razonamiento del por qué y para qué de las cosas
1. Crear una lista de normas y rutinas a seguir en casa ajustadas a la edad del niño. Deben incluir horarios de las comidas, baños, salidas al parque, descanso, juegos en solitario y con los padres… Lo ideal es acompañar estas rutinas con rituales. Por ejemplo: para leer el cuento, el niño tiene que estar bañado, con pijama y metido en la cama.
2. La flexibilidad también es necesaria, por lo que hay rutinas que por circunstancias se podrán cambiar. De esta manera, podemos dejar un poco vía libre a la espontaneidad.
3. Crear una hoja de registro de las conductas desobedientes del niño. Esto nos ayudará a comprender qué es lo que provoca a nuestros hijos esas conductas desobedientes. Identificar la causa de su conducta desobediente nos ayudará a ayudarle a corregirla. Esta hoja de registro podría contener los siguientes detalles:
– Día y hora que se produce la situación
– La situación en la que os encontráis (lugar, personas presentes y qué acción realizáis)
– Cuál fue la conducta del niño
– Cuál fue la respuesta de todas las personas presentes
Estas claves pueden guiarnos a la hora de enseñar a nuestros hijos a aprender por ellos mismos a tomar las decisiones correctas a lo largo de todo su crecimiento, en lugar de encasillarle como un niño desobediente.