Existen multitud de libros y corrientes educativas sobre cómo criar a nuestros hijos. Estas tendencias se comportan en algunos casos como modas pasajeras que son muy populares durante unos años y luego dejan de aplicarse o se transforman. Y otras, dejan pautas que continúan aplicándose durante años. Desde Lúdilo pensamos que todas tienen algo interesante que puede ser de ayuda en la difícil labor de educar.
Hoy nos gustaría presentaros una de esas corrientes que está teniendo muchos adeptos en entornos anglosajones y del norte de Europa. Si te parece interesante, puedes investigar más en profundidad y aplicarla en casa o extraer las ideas que te gusten y adaptarlas a tu manera de educar.
¿QUÉ ES CONSCIOUS PARENTING O CRIANZA CONSCIENTE?
La Crianza Consciente es precisamente la manera de criar a nuestros hijos desde el autodescubrimiento como padres y madres, orientando su educación a potenciar el desarrollo del niño. Requiere un cambio en la forma de percibir el comportamiento de los pequeños para entender cómo responden conscientemente a sus necesidades.
La Dra. Shefali Tsabary en su libro The Conscious Parent expresa: “Puedes creer que tu mayor desafío es criar bien a sus hijos, pero hay una tarea aún más importante que es la base de una crianza eficaz. Esta tarea es elevarte a ti mismo como el individuo más consciente y presente que puedas ser”.
Siempre podemos esforzarnos por ser mejores padres de lo que somos. Las siguientes pautas, que extraemos de su libro, pueden ayudarte en este gran desafío.
CONSEJOS PARA EL CONSCIOUS PARENTING
1. Plantéate un objetivo a largo plazo: la indisciplina y desobediencia por parte de tus hijos puede desencadenar emociones negativas en ti y que pierdas el foco. Hay que conseguir regular nuestras emociones para ser un padre o madre consciente. La clave en la crianza consciente es concentrarse en un objetivo a largo plazo para construir una relación basada en el amor, la confianza y la empatía en lugar de perder la calma.
2. Escuchar más: para crear un vínculo sólido con tus hijos es imprescindible escuchar lo que tienen que decir, hacerles preguntas e interesarse por sus respuestas para entender su perspectiva. De esa manera se sienten escuchados y valorados.
3. Perdónalos: todo el mundo se equivoca alguna vez, y más en el caso de los niños. Aprender a perdonarles en lugar de imponerles un castigo severo resulta más efectivo para su aprendizaje. Hazles entender su error para que no lo vuelvan a cometer, así aprenderán de forma sana y feliz.
3. Comunicación adecuada: hablar con tu hijo como si estuvieras hablando con un adulto desde el respeto y la humildad. Los niños toman todo el aprendizaje emocional que reciben de sus padres y lo usan más adelante en sus interacciones. Como padres, somos sus primeros profesores de vida, por lo que tenemos que enseñarles a comunicarse de manera respetuosa con el resto de personas a través de cómo nos comunicamos nosotros con ellos.
4. Entorno saludable: los niños son como esponjas que absorben todo lo que ven, tanto de lo bueno como de lo malo. Por ello, es muy importante que crezcan en un ambiente positivo lleno de cariño y respeto, para que puedan explorar y aprender de manera sana y feliz.
5. Compórtate cómo quieres que sean tus hijos: como explicábamos en el punto anterior, como padres somos su primer referente y modelo a seguir. Los niños aprenden lo que haces en lugar de lo que dices. Antes de decirles algo, muéstraselo a través de tu comportamiento, se trata de ser consistente en tus palabras y acciones. Si no coinciden, confundirás a tu hijo.
6. Crea una rutina diaria sana: al tener una rutina para las actividades diarias, tus hijos sabrán qué debe hacerse, cuándo y cómo. La rutina ayuda a los niños a desarrollar el orden como hábito en su vida. Cuando su rutina se establece temprano en la infancia, les ayuda a seguirla de forma natural, de esta manera se sienten más seguros. En este sentido, es muy importante que su rutina también incluya hábitos sanos relacionados con la alimentación, el deporte y el descanso. Y que vosotros como padres también la practiquéis. Una mente sana necesita también un cuerpo sano para crecer.
7. Ser empático: antes de responder a tu hijo, es recomendable hacer una pausa y reflexionar sobre cómo actuarías si estuvieras en su lugar. Cuando eres empático, tu hijo comienza a confiar en ti y te busca para pedirte consejo.
8. Compartir las tareas domésticas: asignar responsabilidades simples hace que los niños se sientan no solo responsables, sino también parte de la familia. Recuerda siempre agradecerles sus tareas y apreciar su esfuerzo.
9. Aumenta sus habilidades: cada niño tiene un potencial y talento. Identifica las habilidades de tus hijos y ayúdalos a dominarlas. Motívalos a cultivar intereses variados, habla con ellos y participa en sus actividades para hacerles saber que cuentan con tu apoyo.
La Crianza Consciente o Conscious Parenting supone un cambio de perspectiva sobre la educación de nuestros hijos a todos los niveles. ¿Preparado para ello?